Declaración de principios
Declaración de principios
Hoy es un día que clama por la unión, para que caminemos juntos en la construcción de saberes y emociones que fluyen de nuestras lenguas, ojos y manos. Las experiencias se entrelazan en un baile imparable, mientras nuestros cuerpos fluyen como ríos caudalosos en los recintos del aprendizaje.
Nos tomamos de las manos y sentimos el latir de los demás en nuestras palmas, como si fuéramos un solo ser. Somos las voces que a menudo se silencian en las aulas, las emociones que fluyen en el ambiente escolar y los pensamientos que se apuntalan en el centro del ser de cada estudiante.
Bajo el sol de hoy, nuestros pasos resuenan y retumban como migrantes describiendo trayectorias topográficas de baile y gran festejo. Las artes, antes relegadas a un segundo plano, son reconocidas en la escuela y toman su lugar junto a aquellos que confían en nuestra palabra y acción.
Este día nos invita al renacimiento, al despertar de nuestro orgullo, raza y fuerza en nuestra realidad alterna. Para aquellos que creen en nosotros y confían en nuestro saber, nuestros ojos se abren como los de un pájaro, para reconocer la grandeza de nuestro ser. Es hora de dejar atrás las bancas y permitir que nuestro aprendizaje se funda en lo más profundo de nuestro ser.
Monica Perez Quintero
ARTISTA ENSEÑANTE
- El artista enseñante se reconoce a sí mismo como un ser en constante evolución, abierto a la exploración y el descubrimiento, y como una declaración de identidad excluida de las academias.
- El artista enseñante es un actor político que lucha por fortalecer el papel del arte en la construcción del conocimiento dentro y fuera de la escuela.
- El artista enseñante busca ir más allá de enseñar técnicas, y pretende despertar la chispa de la creatividad en los demás, utilizando no solo la escultura y el dibujo, sino la transformación del entorno y la posibilidad de cambiar al mundo.
- El artista enseñante fomenta la colaboración y el trabajo en equipo, creando espacios en los que las emociones y las ideas fluyan libremente, y busca promover la reflexión y el diálogo.
- El artista enseñante reconoce que cada ser humano es único y valioso, y busca inspirar y motivar a los demás a encontrar su propio camino, y a ser capaces de expresarse sin miedo a ser juzgados.
- El artista enseñante utiliza diversas herramientas y recursos para estimular la imaginación y la creatividad en los demás, y entiende que el aprendizaje es un proceso de descubrimiento y creación constante.
- El artista enseñante cree en la importancia de las artes y la cultura en la vida humana, y busca transmitir esta pasión a los demás, contribuyendo así a la construcción de un mundo más bello, más justo y más humano.
- El artista enseñante se compromete a ser un guía y un ejemplo para los demás, inspirándolos a seguir su propio camino y a desarrollar todo su potencial creativo, siendo consciente de que su labor no se limita a la escuela, sino que es una contribución a la sociedad en general.
- El artista enseñante entiende que su labor no es solo una profesión, sino una vocación que le permite hacer una diferencia en la vida de los demás, a través del arte y la cultura.
- El artista enseñante es una fuente inagotable de energía y creatividad, cuyo legado no se limita a las obras de arte que crea, sino a la transformación que es capaz de generar en las personas y en la sociedad en su conjunto.